Agenda

Muchos pensaran que las agendas son cosas del pasado, que ahora con la nueva tecnología ese tipo de artículos ya no se necesitan, porque todo lo que se nos pueda ocurrir lo tenemos en un teléfono inteligente. Pues bueno, ese no es mi caso, era, mejor dicho mi caso. 

Hace dos semanas me regalaron una agenda por el día del maestro, ya sé que es muy tarde para regalar una agenda, que estamos a mitad de año y finales de ciclo escolar, pero yo jamas había tenido una y me arrepiento mucho de nunca tomarlas en serio porque soy una persona sumamente distraída. 

Gracias a esta agenda anoto a diestra y siniestra todos mis pendientes, hasta los mas mínimos, ya que en lo relacionado con mi trabajo soy muy puntual, trato de hacer las cosas bien o por lo menos no flojear. Tengo tanto escrito en esta agenda que siento que me falta espacio en cada hoja para llenarlas de otras cosas que me faltan.

Estoy tan presumida con ella que la llevo a todas partes, si, la cargo hasta los fines de semana, ¿por qué?, porque siempre hay un motivo para escribir en ella las actividades que tengo que realizar. Además de que las primeras hojas del año las uso para escribir esos temas que llamaron mi atención en el día, frases que se me ocurren o pensamientos innecesario que nunca saldrán a la luz de la agenda. 

Lo único que no me agrada de ella es que es muy anticuada, no tiene florecitas o algún diseño acá chingon como una virgencita de esas de "Distroller" (ja ja ja la neta no me gustan esas madres) solo eso le cambiaría. Por ello cuando llegue el próximo año me comprare una bien perrona que diga mi dueña es Sol, es más, que hasta estampitas tenga para pegarle en los días especiales.