Esto de ser maestro en ocasiones es la onda. Hay una anécdota que me encanta recordar.
Un día pedí a mi grupo de cuarto grado de primaria que escribieran cinco oraciones, (oraciones simples); cuando de repente una de las niñas llego un tanto desesperada conmigo, le pregunte qué le pasaba, inmediatamente me respondió que ella no sabía las oraciones, ni una, porque en el catecismo aún no se las enseñaban.
No pude aguantar la risa y solté a diestra y siniestra carcajadas, obviamente primero le explique a la niña que no eran oraciones religiosas sino oraciones simples, por ejemplo "Ana brinca en la cama", "Juan tiene muchos amigos".
Cosas curiosas de esas que no sé te olvidan.
Cosas curiosas de esas que no sé te olvidan.
Un encanto de niña :)
ResponderBorrarSaludos Sol