¿Y si lo que me contó mi abuelita es verdad?


"Una buena parte de los hombres no tiene más vida interior que la de sus palabras, y sus sentimientos se reducen a una existencia oral."
 José Ortega y Gasset

La humanidad esta en continuo movimiento y con el, la forma en la cual nos comunicamos, así mismo con el avance de la tecnología a grandes pasos podemos observar que hay algunas practicas que con el tiempo se han ido olvidando, tal es el caso de la tradición oral.

Pero ¿por qué la tradición oral es de importancia?, una razón, es una de las formas de comunicación mas antiguas con las que el hombre ha transmitido el conocimiento y no solo eso, las costumbres, los cánticos, la cosmovisión que representan a un pueblo, la misma historia del pueblo. Entonces, ¿por qué no darle el espacio que se merece?, ¿por qué no tomarle en cuenta como fuente de información que puede arrojar datos?

Si bien, es cierto que aquello que esta escrito es más perdurable y que el texto que contiene no se distorsiona con el paso del  tiempo, lo que se ha trasmitido de manera oral tuvo también que  surgir  de algún lado y por algo. Siendo este ultimo punto, el por qué surgió, esencial para responder interrogantes sobre el origen del pensamiento y la forma de actuar de una  comunidad.

En tiempos antiguos no todos sabían leer y escribir, eran pocos los que podían darse estos lujos, (recordemos que la información es poder)  solo los que tenían el poder económico, político e ideológico, tenían este derecho; mientras que aquellos que no contaban con los recursos monetarios suficientes se tenían que conformar con el hecho de que su educación fuera informal y las enseñanzas, tradiciones y demás cuestiones fueran impartidas  de padre a hijo de manera oral, este era ( y es)  el lenguaje del pueblo, de los seres marginados en nuestra sociedad.

Como ya se menciono, la forma de educar tenía que ser trasmitida oralmente,  imaginemos a un joven católico de la época colonial, humilde, hijo de un carpintero, al que no le pueden pagar un colegio decente, ¿qué creen que será ese joven de adulto? exacto, carpintero, ¿y cómo creen que aprenderá?…claro,  por medio de las enseñanzas orales y la practica que le enseñe su padre, ¡ah! y no olvidemos los rezos que tiene que hacer antes de irse dormir (parte importante también de su educación) , y las canciones que  debe de cantar en las fiestas, la historia de su familia, la forma en comportarse en sociedad, como hablar, todo, estará marcado de acuerdo a lo que le “cuente” su padre y la comunidad.

Pero no solo ese joven que acabamos de describir esta marcado por este tipo de  educación,  aun  hoy en día los jóvenes  somos educados de esta forma, por lo que es necesario tener presente que es esencial que tomemos conciencia de que parte de la educación y la formación de valores que se nos inculcan es de acuerdo a esto. Así mismo, le podemos sacar muchas bondades si somos cuidadosos en esta forma de enseñanza, ya que podremos visualizar parte de nuestro entorno, pues entre lo que se dice hay cosas verídicas.

Recordemos que dentro de las tradición oral existe parte de verdad, por ejemplo la Ilíada, ese poema épico que  la mayoría de las personas  conoce,  sobre  la guerra de Troya, por muchos siglos solo era un cántico que relataba una historia, hasta que un día Homero decidió escribirla y hacer un poema,  pasaron otros siglos en que la gente creyó que solo era eso, un poema, sin embargo el alemán Heinrich Schliemann en 1874, fascinado con el escrito demostró que la Ilíada describía hechos históricos, al escavar y descubrir partes de la cuidad y las batallas que se suscitaron. Nadie se  había percatado de que el escrito contenía sucesos que marcaron a un pueblo, por lo cual, no se le tomaba en serio como referente histórico.

 Es cierto que algunas tradiciones orales contienen hechos mágicos, demasiado fantasiosos que no ocurrieron, pero aun así, parte de la historia por la cual se cuenta se debió a un motivo importante en el que solo haciendo una investigación mas profunda llegaríamos a los sucesos reales.

Por lo tanto, ¿quién dice que dentro de las leyendas, cuentos, cantos, canciones de cuna, conjuros  y todo aquello que se recuerde que nos contó la abuela no tiene algo de verdad? Por ejemplo, mi abuela paterna poco antes de morir me contó sobre como en la época de los cristeros estas personas estuvieron en la comunidad en la que ella vivió, como se raptaban a las mujeres jóvenes e incluso niñas, como a veces tenía también ella que esconderse   para que no se la robaran y qué decir de mi abuelo, esposo de ella, aun relata como los revolucionarios pasaron por esta misma comunidad cuando él era niño y como su padre les tuvo que dar pastura a los caballos y esta acción fue la que tiempo después les salvo la vida un día en que él y su padre fueron a vender mercancía a San Miguel de Allende, pues estos mismos hombres los querían matar y recordaron ese detalle que tuvo mi bisabuelo para con ellos. 

Estas narraciones (y la de tantos abuelos, cuenta cuentos, y demás) deberían rescatarse, pues dentro de las mismas podemos tener otra visión, la tradición oral debe valorizarse mas, existen diversos aparatos tecnológicos que pueden ayudarnos a preservarlos, no obstante es de suma relevancia que los jóvenes tengamos conciencia de su importancia, de que están allí y que son parte de nuestro pueblo.

Claro que existen los libros para decirnos que pasó y releer una y otra vez, pero estos no siempre tienen toda la información, como con las historias que se narran y  nos hacen viajar en el pasado, con ellas podemos saber una verdad oculta de algún hecho histórico, como en el caso de los corridos, y aquella famosa “cuchara” que no podía caminar, de Adelita y sus amores, la carabina, o la rielera, entre otras, que son cantos del pueblo mexicano sobre sucesos importantes de la nación y que pasaron de boca en boca hasta hoy.

Por lo que dentro de las escuelas el rescate de estas tradiciones deberían estar al día, que los alumnos se empapen de su propia historia, de su cultura, ya que en ocasiones el texto escrito no es suficiente para saciar la sed de aquellos que desean buscar más allá de lo impreso, el escuchar de viva voz, que alguien describa o cante tiene un impacto profundo, porque se tiene la ventaja de preguntarle al que narra “ ¿y por qué paso?”, que de mas detalles y nos centre en el meollo del asunto, pues tiene el conocimiento de los hechos, y, en caso de que no, nos haga disfrutar un momento mágico con su narración.
  

Finalmente,  necesitamos de esta practica tan valiosa para poder comunicarnos y comprender una serie de acontecimientos que pasan a nuestro alrededor, el lenguaje oral siempre estará presente como una forma de dar a conocer lo que queremos, son fuentes invaluables que aportan una inmensa riqueza cultural a las cuales es necesario darles su lugar como fuentes primerizas para iniciar la búsqueda de la verdad. 

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