Hay momentos en los cuales mi cabeza llega al pensamiento más profundo (tampoco no el que llegue averiguar el por qué de mi existencia ) pero son tan "chingonas" esas ideas a las que llego sobre mi misma o del mundo, que cuando deseo escribirlo no tengo una hoja, ni un misero lápiz para plasmarlo y como no soy la persona mas atenta no´mas así de repente se me olvida... me deprimo tanto que en ocasiones pienso que debería tener una navaja cerca y cortarme una vena para que mi sangre sea mi grafito mientras que mi dedo indice mi pluma. Sin embargo recuerdo que eso ya lo hizo el Marqués de Sade y lo odio porque él si lo hizo y me odio porque yo no lo hice y recuerdo que lo que odio es ver sangre y entonces es cuando decido escribir este tipo de cosas.
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